Historia de un mendigo
-Ayer me propuse cambiar de rumbo mi vida, me halle perdido entre las callejuelas de una ciudad que no conozco ¿usted me recuerda?
-Sí, no esperaba que lo hiciese, hace tiempo que no voy mi pueblo… si es verdad, allá el tiempo no ha pasado, usted sabe es como si el tiempo se detuviese por completo cada año… si me acuerdo de aquel viejo, siento mucho que haya muerto llame a su familia hace algunas semanas y me dieron las malas muevas.
-Le decía mi amigo ¿puedo llamarlo amigo? Usted sabe, cualquiera que lo invita a uno a comer en estas fachas, usted sabe la gente es mala y lo señalan a uno como si fuera un enfermo… si lo se, la gente de acá es medio mala con los fuereños aunque hablemos el mismo idioma no somos del mismo pueblo.
-¡Ay! Mi pueblo usted me lo recuerda a cada rato, yo que quiero volver a verlo, pero vea con que dinero mi amigo, con que dinero.
-Allá en mi tierra donde la tierra es roja como el atardecer de un día la gente es buena, cuando lo ven a uno desamparado y solo le dan cobijo y sustento, -hoy comes con don Gilberto y mañana duermes con Jovita o vete al rancho a trabajar el huerto de don Felipe, el hijo de benjamín ¡ay! Ese era mi abuelo… pero veme ahora, ni en que caerme muerto.
-Quien lo diría mi amigo, ayer que fui diputado y casi senador por un momento, me descubren que soy narco y pues patitas pa’que las Quero, no voy a mi pueblo y no porque no quiero, es porque no tengo el dinero para devolvérselo al pueblo.
Por
Carlos Nycker
-Ayer me propuse cambiar de rumbo mi vida, me halle perdido entre las callejuelas de una ciudad que no conozco ¿usted me recuerda?
-Sí, no esperaba que lo hiciese, hace tiempo que no voy mi pueblo… si es verdad, allá el tiempo no ha pasado, usted sabe es como si el tiempo se detuviese por completo cada año… si me acuerdo de aquel viejo, siento mucho que haya muerto llame a su familia hace algunas semanas y me dieron las malas muevas.
-Le decía mi amigo ¿puedo llamarlo amigo? Usted sabe, cualquiera que lo invita a uno a comer en estas fachas, usted sabe la gente es mala y lo señalan a uno como si fuera un enfermo… si lo se, la gente de acá es medio mala con los fuereños aunque hablemos el mismo idioma no somos del mismo pueblo.
-¡Ay! Mi pueblo usted me lo recuerda a cada rato, yo que quiero volver a verlo, pero vea con que dinero mi amigo, con que dinero.
-Allá en mi tierra donde la tierra es roja como el atardecer de un día la gente es buena, cuando lo ven a uno desamparado y solo le dan cobijo y sustento, -hoy comes con don Gilberto y mañana duermes con Jovita o vete al rancho a trabajar el huerto de don Felipe, el hijo de benjamín ¡ay! Ese era mi abuelo… pero veme ahora, ni en que caerme muerto.
-Quien lo diría mi amigo, ayer que fui diputado y casi senador por un momento, me descubren que soy narco y pues patitas pa’que las Quero, no voy a mi pueblo y no porque no quiero, es porque no tengo el dinero para devolvérselo al pueblo.
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Carlos Nycker
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